La cicatriz en Colombia.
En los años 40 Colombia se vio mejor economicamente, las plantaciones de café habían logrado su cometido, impulsar al país economicamente e incrementar sus ingresos.
Pero no todo es miel sobre hojuelas y lo que parecía ser un cuento de hadas llego a su fin. La violencia estallo y Colombia se vio en tiempos dificiles.
Las revueltas se hicieron presentes y pasaron a formar la guerra, la cual alcanzo increíbles extremos de crueldad pura. Aparecieron nuevos estilos de muerte, sucedían violaciones, había incendios y saqueos, las personas eran descuartizadas o quemadas aun con vida, los ríos se tiñeron de rojo e innumerables familias huyeron a las montañas en busca de refugio.
Colombia se vio teñida de rojo hasta sus raíces, la desolación inundaba el ambiente, todo parecía una pesadilla que no tenia fin.
La guerra dejo sus cicatrices en la ciudadania y en el país mismo, ya han pasado los años pero aun están presentes los vestigios que dejo la guerra.
Hay que avanzar hacia adelante, siempre con la frente en alto y aprender del pasado. La lección fue dura para Colombia pero poco a poco se va recuperando, vuelven lentamente los sueños, las esperanzas, las risas pero sobre todo la paz.
Dicen que el peor error de un pueblo es olvidar su historia pues en ella están escritas sus victorias y derrotas,derrotas de las cuales se aprende. Un pueblo que no conoce su historia esta destinado a cometer los mismos errores. Si Colombia pasa el testimonio de generación a generación este suceso jamas quedara en el olvido y por lo tanto es de esperar que no vuelva a suceder, sin embargo todo es posible.
Aprendamos de ellos y no caigamos en sus errores, seamos diferentes, los errores no solo fungen como lecciones de quien sufrió las consecuencias, es de sabios observar y aprender, eso incluye aprender de los errores de los demás.
Por Ana Laura Jasso
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